Etapas 50 : Inicio en Faro
En este camino central portugués hacia Santiago de Compostela encontramos ciudades de gran belleza, recursos naturales y gastronomía únicas.
El norte de Portugal, la cuna de la identidad portuguesa, preserva un patrimonio arquitectónico y paisajístico único, empezando en la Antiga, Mui Nobre, Sempre Leal e Invicta Cidade do Porto, reconocida internacionalmente por su alto nivel de patrimonio arquitectónico, histórico y de carácter singular, de fuertes tradiciones implementadas en su gente (amable, acogedora y orgullosa de su ciudad…). Además de su gente, esta ciudad es emblema de monumentos de simbolismo importante, desde la Iglesia y Torre dos Clérigos, edificación de inspiración barroca del siglo XVIII proyectada por Nicolau Nasoni y Ex Libris de la ciudad, así como otros recursos patrimoniales de gran importancia como la Catedral de Oporto (que preserva el culto al apóstol Santiago); el Palácio da Bolsa, la Iglesia de San Francisco, el Puente D. Luis I, o los jardines del Palacio de Cristal hasta el Monasterio de la Sierra del Pilar, que demuestran un pasado aún vivo, apasionado y resistente.
Este camino permite vivir la experiencia única y conocer ciudades icónicas y místicas reconocidas por sus leyendas populares tales como Arcos de Valdevez onde Portugal se Fez (donde Portugal nació) una ciudad que contribuyó
Pero no solo de Portugal se trata, este camino es complejo en cuanto a los detalles por descubrir a lo largo de Portugal y España. Es posible observar diferentes tipos arquitectónicos, desde el medieval, renacentista, barroco, gótico, manuelino, Art Déco a lo contemporáneo, mezclado con la belleza natural de los bosques, cascadas e incluso aguas termales, como es el caso de Caldas de Reis, en Pontevedra, municipio conocido por su hospitalidad pues Pontevedra dá de beber a quen passa.
Tui, una de las siete capitales del Antiguo Reino de Galicia, de índole medieval y conocida por su carácter religioso, obliga a quien la visita al pasaje y reflexión en la Catedral gótica de Santa María, en el Convento de las Clarisas y en la iglesia Gótica de S. Domingo, sin olvidar el descanso en Porriño, cuya belleza del ayuntamiento es una inspiración para quien quiera seguir su camino hacia Santiago de Compostela, atracando en Padrón, que tal como su pimiento, puede picar su espíritu o no.
